sábado, 25 de junio de 2016

POR SI ALGUIEN ENTIENDE A LEONCIO

Leoncio, tú, siempre has sido inmejorable pensando más de una vez en levantar el ala de tu pajarito soñador sin nunca llegar a la decisión de elevar aquel  necesario vuelo.

Eras siempre tímido por naturaleza, en cierto modo te sentías un poquito el alma herida y el corazón también.

Buscando un apaño a tu soledad para que alguien te pudiera querer, un hombro acogedor que te brindara frescor a tu imaginación  y en invierno algún calor.

Escudriñabas  cita con  las muchas estrellas bajo el oscuro cielo de la noche, encendiendo tu mirada buscando una respuesta para tu mente.

Siempre hallabas la misma réplica del bálsamo maternal que te había dado tu madre. Y seguías dándote a los demás como una obligación de sentimientos sin pensar en ti.

Aquellas semillas, células del paisaje  de tus genes no las podías perder, eran el reino de tu ser aún con el brillo de tu sentir inocente de la fuente heredada del querer materno.

Pero bajo las estrellas brillaba también tu mirada con el lazo feliz de hijo único de una familia feliz.

Ahora tu vida había dado un giro impresionante. Cuidaste a tus padres quedando tu querida  madre como valor  en tu vida con su inmovilidad y avanzada edad.

Diste tanto cariño que el  desenlace de tanta unión maternal, desde dos años atrás, ha dejado un vació y una huella indecible en tu ser de inocente cariño entre la comprensión de no entender tu soledad.

En tu latir hacia las estrellas te estás haciendo poeta porque quieres salir del tiempo del dolor y sabes que la poesía puede saciar huecos de soledad cambiando tu filosofía de la vida.

Pero aún sigues mirando la luna buscando una estrella lírica que demuestre la tranquilidad de tu ser querido que no es otra cosa que la seguridad de la esencia de tu dignidad.

                                                                     María Pilar Novbales

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