Con cierta timidez
más con curiosidad femenina,
más con curiosidad femenina,
me asomé a la ventana indiscreta
que cada noche ofrece la luna.
que cada noche ofrece la luna.
¿Qué era aquél modelo,
aquél escudo
una escultura varonil
con su busto desnudo?
Buscando fue mi mirada
la expectante curiosidad,
la expectante curiosidad,
pero tapada quedaba
su íntima forma en embelesar
su íntima forma en embelesar
con una sabanita de espuma
de un mar en calma
que no permitía mi capacidad admirar.
Pero que de ser un mar bravío
hubiera mi coqueto entusiasmo
de un mar en calma
que no permitía mi capacidad admirar.
Pero que de ser un mar bravío
hubiera mi coqueto entusiasmo
navegado con energía y brío
recorriendo palmo a palmo,
recorriendo palmo a palmo,
centímetro a centímetro,
al encuentro del cascabel
al encuentro del cascabel
que modelan los escultores
en las grandes estatuas de libertad.
Pues bien que un desnudo no es pecado,
como arte ha de ser admirado
como arte ha de ser admirado
y si es de carne y hueso
como en la ventana de mi sueño,
¡qué escultor es el cielo divino!
¡qué escultor es el cielo divino!
Pilar Novales
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