viernes, 3 de junio de 2016

ENSUCIANDO LA DIGNIDAD HUMANA

Perdida la imaginación
en el extenso paisaje,
escondida anda la mente
entre las hojas de los árboles
para que no la encuentres.

Era tu querer irrespetuoso  y orgulloso,
y se marcho tu Amor en una nube de color
para  que  no la encuentres
¡te pasaste de listo muchacho!

No la busques, está entre las náyades,
hijas de Zeus.

En el dulzor se encuentra
de lagos, ríos y fuentes,
aguas dulces de misterio
siendo culto de los dioses.

Caprichosas y celosas aunque no andan
en aguas turbulentas,
no temas, no son peligrosas.
Mientras, aprende a respetar
esas simples finezas que engrandecen
a una digna mujer respetando su dignidad.

Y cuando una amiga encuentres,
de esas que se te ofrecerán con engañoso cantar,
aprende  en todos sus tiempos,
números y personas el verbo AMAR.

Más, sí en  encontrarla conquistarla pudieras
acaso absorbiendo tus haberes,
invadiendo necesidades tenebrosas
entregadas por huecas felicidades
absorbiendo rápidas tus míseras  monedas.

Lo hombres no diestros en amores
van con las consecuencias en decepciones.

Y que volviendo a tu cobijo no encontrarás  perdón
de tantos sinsabores recibidos con dolor
por tanto devaneo y despilfarro de dinero
tocado en el azar
viéndote comprar el mundo sin Amor
"al placer de tu libertad".


Esto le sucedió a Cristino  Garrealdolfo ENSUCIANDO LA DIGNIDAD HUMANA.


                                                                                           MARÍA PILAR NOVALES

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