Musas de Gustavo
Adolfo Bécquer
que entre ánimos y
sueños disteis
alas al poeta con la Rosa roja de un corazón idílico
y anhelante.
Corazón romántico que
portan las almas enamoradas
vistiendo con arte a damas con su merecido amor poético.
Brotando rimas de su
pluma, alumbrando vida y pasión
con noble hechizo en
su palabra, henchida siempre de la razón
para vivificar
siempre enamorado del Amor.
Amor que aún hace vibrar
la flor aurea y purpurina
con el más puro brillo
de la corona de honor,
llenando siempre su
palabra poética.
Aquella palabra que
siempre despertaba soñando con un Amor,
que en esperar ser
verdadero, no llegaba nunca,
pero él, siempre lo
llevaba en su corazón
unido a la espera del encuentro.
Gustavo Adolfo
Bécquer, que entre tu sensualidad y color,
siempre brotaba de tus
venas la sangre hecha poesía y Amor.
Jinete, cabalgando con
alas en aquel Pegaso que anduvo
entre los dioses con la Poesía en deleite del entusiasmo de tu
canto.
Lucero de la poética
expresión al vuelo de la noche encendiendo
sueños invisibles con
nobleza y sencillez.
Bravo poeta arropado
por las nueve musas, aquellas ninfas
inspiradoras
entre las fuentes con
habilidad del sentir del alma.
Posiblemente
encaminando la poesía contemporánea,
poeta cercano, vivo en el sentir popular de la
palabra poética.
Ágil belleza en tu voz
al transmitir tu abnegado sentir lírico
con la ternura de un
ser poéticamente enamorado.
Bebiendo tantas veces
el champán con burbujas generosas
en copas de ilusión y
entusiasmo esperando
el crujir de la falda
de seda de una mujer, en la duda siempre,
de no llegar nunca.
A ti poeta, que
supiste compaginar la dignidad paseando el Amor
con la humildad de tu
existencia entre el color sublime de la palabra.
Partiendo de la vida
bien decepcionado del mundo
pero dejando bien alto
el cultivo de tu arte literario.
A. M. P. Novales Fandos
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