Envidia le
tengo al agua
cuando te encuentro sentada
en la orilla
del río entre rosas
y voy leyendo
de tu ser la prosa.
Y veo tus
ojos como estrellas despistando
su mirada entusiasta
tan cerquita de la orilla.
Refugio de mis sueños, alegría de mis días
donde yo me
adueño con tu sentir de melodía.
Y quiero
soñar que tú eres como una sonrisa mía
asiéndome a
esa rosa perfumada
para toda la
vida mía.
Y sigo bajo
el manto de la vida a veces con lágrimas
que van enturbiando
mi mirada de mi triste destino
entre congojas mías y aplausos ajenos.
Y en ese doloroso respeto anda mi recato
encadenada mi
alma sin apenas poderte saludar,
viéndote con otro hombre va mi encanto,
el que anhela en poderte besar
viéndote con otro hombre va mi encanto,
el que anhela en poderte besar
ahogándose mi sentir y mi orgullo.
Y miro al
cielo sabiendo que no te podré halagar
y bien busco mis alas
para tan solo mi alma poderte amar.
y bien busco mis alas
para tan solo mi alma poderte amar.
Pilar Novales
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